¿Gestionar las emociones?

por Daniel Barreto

Se ha puesto de moda la expresión «gestionar las emociones». Se escucha con frecuencia en televisión, especialmente en programas considerados serios. Ha adquirido un aura de modernidad en el discurso piscológico. Pero, ¿qué significa «gestionar las emociones»? ¿Se refiere simplemente a autorregular o a «controlar»? ¿Es insignificante el cambio de palabra, pasar de «controlar» a «gestionar»? Creo que no.

«Gestionar» remite sobre todo al ámbito de la actividad empresarial o de la dirección de las administraciones públicas. Más allá de ser un político de derechas o de izquierdas, se reclama que los políticos sean técnicos, es decir, buenos gestores. El modelo es el empresario. Con ello se quiere delimitar un campo puro y objetivo. Pero ¿estamos seguros de que no hay ideología en esa superioridad del técnico, del gestor neutro? La máxima pretensión y apariencia de objetividad es la expresión de la ideología más naturalizada.

En la expresión «gestionar las emociones» ha tenido lugar un trasvase del campo empresarial y administrativo al de la psique humana. La psique funcionaría como una administración o una empresa que «hay que saber gestionar». Se trata de regular lo que entra y lo que sale. No debemos dejarnos llevar por las emociones, parece decir la expresión, no debemos salirnos del plato si queremos tener «éxito en la vida» profesional, personal, etc. El Yo pasa a auto-dirigirse como un empresario de sí mismo, un «Yo empresario», un «Yo marca». ¿Diremos lo mismo de los sentimientos? No sé si aceptaríamos tan fácilmente la expresión «gestionar los sentimientos». Un psicólogo, un experto se presenta y de pronto nos recomienda que «gestionemos el amor», o «gestione usted la compasión, por favor». El asunto de fondo es que la relación con el otro queda en un punto ciego. No hay emoción que no implique de algún modo el vínculo con los otros. Al focalizar la gestión de la emoción se neutraliza el sentido exterior, hacia el prójimo, de la emoción misma.

¿Y quién en mí gestiona? ¿Soy yo algo diferente a ese sentimiento que debería ser gestionado? En la expresión se condensa lo que Axel Honneth llama «autocosificación».  Con ese término se designa la objetivación de nuestras vivencias como si fueran «cosas» separadas de nosotros mismos, cosas que observamos y manipulamos. No sólo se cosifican las relaciones humanas cuando vemos en las personas meros recursos o «capital humano», sino también cuando vemos nuestros sentimientos como algo que hay que aprender a gestionar para alcanzar el «éxito» en la vida.

Tendremos quizá que diferenciar entre emociones y sentimientos para poner límites al imperio retórico de la gestión. Emoción remitiría más a un asunto físico, una «reacción» corporal, un movimiento; mientras que sentimiento envía tanto a la percepción corporal como al «sentido» de una experiencia. En esa imbricación está su profundidad.

Creo que conviene reivindicar la palabra «experiencia» frente al énfasis fisicalista de una instancia mental que gestiona impulsos-emociones. «Tener experiencias» significa acoger y elaborar en un mapa de sentido antiguo un fenómeno o dato nuevos. Para ello se requiere tiempo. Sin rumiar la novedad no hay experiencia. Ese rumiar es acoger lo distinto, encontrar su sentido. La experiencia implica pensar, es decir, «pesar», sus-pender y so-pesar en nosotros, con tiempo, lo nuevo, interrogarlo, explorar sus sentidos. Sobre todo cuando la experiencia es tan novedosa que ya es difícil o imposible encontrar un orden según nuestras coordenadas anteriores. Eso son los acontecimientos, es decir, experiencias que nos cambian la vida. Esos matices están ausentes del aséptico gestor emocional.

Probablemente, la «gestión de las emociones» sea un buen santo y seña de lo que Walter Benjamin llamaba, en otro contexto, el empobrecimiento de la experiencia.

Javier Romañach en las Conversaciones de Filosofía

El próximo 27 de enero del 2011, a las 19:30 hs., el filósofo y activista Javier Romañach interviene en las Conversaciones de Filosofía del Aula Manuel Alemán. Romañac, miembro del Foro de Vida Independiente, hablará sobre éticas de la diversidad.

El Foro de Vida Independiente es un movimiento de reivindicación social que lucha por la igualdad de todos los seres humanos en su diversidad constitutiva.

Javier Romañach ya estuvo este año en una actividad organizada por el Aula Manuel Alemán, el II Campus de Estudios Sociales, en el que intervino con una conferencia sobre diversidad funcional. Su pensamiento fue acogido con mucho interés por los aistentes al Campus.

La conferencia será donde siempre, en el edifico del Rectorado de la ULPGC, calle Juan de Quesada (Vegueta) de Las Palmas de Gran Canaria. 

Sumergirse en la Carta a los Romanos

El grupo de participantes en el seminario dirigido por el profesor Senén Vidal sobre la Carta a los Romanos en el ISTIC ha tenido la magnífica oportunidad de adentrarse con un brillantísimo biblista en uno de los textos fundamentales no sólo de la Biblia, sino de la cultura europea.

La idea de universalidad, de la reunión final del nuevo pueblo mesiánico, el fin de toda forma de exclusión y la llamada a trabajar por el Reino a través del amor al otro son claves irrenunciables que Pablo expone en su hermosa Carta.


La profundidad con la que vuelve sobre cuestiones centrales de sus cartas anteriores convierte la lectura de Romanos en un acontecimiento que no puede quedarse en un asunto de estudio privado, sino que exige encuentros y lecturas comunes como este.

Agradecemos desde aquí la disposición, amabilidad y pasión de Senén Vidal. Nos queda ahora seguir trabajando sobre su gran libro El proyecto mesiánico de Pablo y esperar que el próximo curso vuelva a impartir sus clases y seminarios en el ISTIC.

Comentario a la Carta de los Romanos un documento imprescindible para Occidente. Ponencia, reflexión y diálogo.

SENÉN VIDAL, biblista, profesor del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias y uno de los mejores especialistas en esta materia en Europa.

La actualidad de Pablo para la reflexión ético-política está fuera de duda. La nueva relación entre amor y ley, la idea de universalismo, la concepción mesiánica del tiempo, son temas de la Carta a los Romanos que pueden iluminar los retos de nuestro tiempo: el debate intercultural, la exigencia de una nueva relación entre ética y política, la discusión sobre el fin de la historia y la ausencia de alternativas, etc.

Esta jornada que se inscribe en las actividades que el Aula Manuel Alemán organiza junto con el Isntituto Superior de Teología de las Islas Canarias.Sede Gran Canaria.

Fecha: Sábado 22 de Enero.
Horario: de 9 de la mañana hasta las 14. Entrada libre (descanso para un café)

Lugar: Sede del Intituto Superior de Teología de las Islas Canarias. Tercera Planta
Campus de Tafira (Las Palmas de Gran Canaria)

ENTREVISTA CON MIGUEL GARCÍA-BARÓ

Miguel García-Baró es uno de los filósofos europeos actuales más destacados del momento. Su trabajo filosófico comprende la fenomenología, el pensamiento judío y la historia de la filosofía. Ha publicado, entre otros, 'La compasión y la catástrofe'. En días pasados disertó sobre Mística y humanización en el Club LA PROVINCIA.


ANTONIO QUINTANA

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA El doctor Miguel García-Baró López es profesor de Filosofía de la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, después de serlo en la Complutense. Hace unos días dio una conferencia sobre Mística y humanización, organizada por el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias y el Centro Loyola de Las Palmas de Gran Canaria.


- ¿Cómo define lo místico?


- Es la culminación de la experiencia humana espiritual. Se puede hablar de la mística en un sentido peligroso y negativo, cuando es la considera una manera de aislarse, de hundirse en Dios, en realidad en un ídolo, que le impide al hombre trabajar por la mejora de este mundo, por el amor entre hermanos; y que puede llevarle al orgullo, a toda clase de vicios y a la soledad.

- ¿Y usted qué cree?

- Que la mística tiene una continuidad profunda con la experiencia espiritual general, con la artística y con la filosófica, y, de alguna manera, también con la científica. Lo propio de lo místico es no saberte solo, el vivir las dimensiones más profundamente humanas en la medida más radical, más total, más responsable, lúcida incluso. Es verdad que identificamos mística como fenómenos extraordinarios, con vivencias e incluso alteraciones físicas poco comunes. Pero no es por ahí por donde se debe buscar la esencia de lo místico, sino que más bien hay que considerar por sus consecuencias la autenticidad de esa unión con el sentido profundo de la realidad, y con el Dios que experimenta el místico. Cuando las consecuencias son más amor, más autenticidad, más creatividad, más compromiso político, entonces es que fue verdaderamente místico. Si las consecuencias son: me quedo solo, me siento infinitamente por encima del resto de hombres, eso es falsa mística.

- ¿La mística es una alienación, un opio o tiene elementos revulsivos?

- Tiene muchos elementos revulsivos, porque verdaderamente cuando una persona no se siente libre y responsable tampoco tiene acciones efectivas, profundas. Y sentirse libre, saberse libre, requiere haber ejercitado el amor y dimensiones de compromisos peligrosas, graves. Para eso es necesario experimentar un sentido de la vida, que ese sentido viene de los demás y, en última instancia, quizá de Dios, pero mediado por la existencia de los demás que requieren justamente la libertad. Si no fuera así, quién se va a sentir libre propiamente. Más bien la gente se seguiría sintiendo presa del dinero, el poder y la técnica.

- ¿Los comportamientos de las jerarquías no ocultan a veces esa dimensión mística?

- Claro. Es muy importante que los responsables de las diferentes religiones e iglesias vivan la profundidad del sentido de libertad y de compromiso político, que es lo místico en su mejor tradición. Porque, de lo contrario, como ellos son la cara visible de la existencia histórica de las religiones, pueden cargar con la terrible responsabilidad de hacer que el rostro de lo divino, incluso el rostro de lo libre, sea o no auténtico. Todos somos responsables, pero no hay duda de que las jerarquías tienen una dimensión especial, que es peligrosísimo que no la cumplan. En el mundo de las religiones siempre hay contaminaciones con el mundo del poder, con el prestigio. Es un peligro constante porque a la gente no se le puede privar de esperanza, ni de las fuentes de sentido.

CONFERENCIA DEL FILÓSOFO MIGUEL GARCÍA-BARÓ EN EL CLUB PRENSA

El martes 11 de enero en el Club Prensa Canaria, c/ León y Castillo, en Las Palmas de Gran Canaria, a las 20:30 hs.

Miguel García-Baró es uno de los filósofos europeos actuales más destacados del momento. Su trabajo filosófico comprende la fenomenología, el pensamiento judío y la historia de la filosofía. Ha traducido, entre otros, a Platón, Rosenzweig y Levinas. Entre sus libros destacan La compasión y la catástrofe, Ensayos sobre el absoluto, De estética y mística. En esta ocasión disertará sobre Mística y humanización.

El acto está organizado por el Instituto Superior deTeología de las Islas Canarias (ISTIC) y el Centro Loyola. Presenta y modera el debate Daniel Barreto, profesor de filosofía del ISTIC.