Feliz 2010



El fin de año llama a reflexionar sobre el tiempo, sobre el comienzo y el fin del 2009, sobre la posibilidad de lo nuevo en el 2010. Los cambios, la novedad, implican que hay tiempos que de algún modo se separan de otros, la continuidad se interrumpe. ¿Cómo si no el acontecimiento? Para recibir el 2010 hemos querido copiar en el blog un pequeño texto del filósofo Walter Benjamin. Se trata de un fragmento de la tesis XV perteneciente a "Sobre el concepto de historia" (1940). Feliz 2010.

"[...] La conciencia de hacer saltar el continuum de la historia es propia de las clases revolucionarias en el instante de su acción. La Gran Revolución [francesa] introdujo un nuevo calendario. E1 día con el que comienza un calendario actúa como un acelerador histórico. Y es en el fondo el mismo día que vuelve siempre en la figura de los días festivos, que son días de rememoración. Los calendarios miden el tiempo, pero no como relojes. Son monumentos de una conciencia histórica, de la cual en Europa, desde hace cien años, parece haberse perdido todo rastro. [...] "

Walter Benjamin

"El aprendizaje de la laicidad es necesario para la convivencia de los españoles plurales y diversos"

Entrevista realizada por Violeta Lavín y publicada en redescristiana.

Rafael Díaz-Salazar acaba de publicar «España laica» en la editorial Espasa. Con él concluye una trilogía sobre laicismo iniciada con «El factor católico en la política española. Del nacionalcatolicismo al laicismo» (PPC, 2006) y continuada con «Democracia laica y religión pública» (Taurus, 2007). En el primer libro expuso el marco histórico y político, en el segundo realizó la fundamentación teórica a través del debate entre Ratzinger y Habermas, y en este último presenta una propuesta concreta de construcción de la laicidad en España. Quizá sea el más práctico y útil de los tres para afrontar uno de los principales debates que tenemos en nuestro país.

- ¿Qué problemas de la sociedad española se abordan en el libro?
- Fundamentalmente la convivencia nacional en un país donde la ciudadanía cada vez es más plural, no sólo en el ámbito político e ideológico,sino también en el campo moral, territorial, cultural y religioso. Tenemos un gran déficit en cultura de la tolerancia activa. Vuelven a resurgir las Españas enfrentadas. El antagonismo ciudadano se está canalizando a través del debate sobre el laicismo, que es una especie de crisol donde se condensan cuestiones que nunca se han resuelto adecuadamente en la historia de España. Supimos resolver constitucionalmente el pluralismo político, pero todavía tenemos pendiente lo que denomino la Constitución Cultural de los españoles diversos y ésta requiere una laicidad inteligente, basada en la cultura del diálogo y en la amistad cívica de quienes tenemos identidades diferentes.
- ¿Por qué el laicismo forma parte del debate político y cultural en nuestro país?
- El laicismo es un movimiento que toma fuerza cuando en una sociedad se intenta reforzarel pluralismo cultural y moral y otorgar derechos a minorías que tradicionalmente han estado marginadas. En los últimos años se han creado asociaciones laicistas que han logrado convertirse en grupos de presión política y mediática.
- ¿Qué fines persiguen las asociaciones laicistas españolas?
- El movimiento laicista español es plural y está dividido en varias corrientes y tendencias. Algunas se sitúan dentro del ateismo militante y anticlerical y otras no son antirreligiosas. Casi todas pretenden que en España se instaure el modelo francés tradicional de Estado y de escuela. Pero una cosa es el laicismo como ideal cívicomoral y otra el tipo de asociaciones que lo representan en España, que no siempre traducen adecuadamente sus ideales, ni se insertan en los debates sobre la nueva laicidad que se plantean actualmente en Europa. A las asociaciones laicistas españolas les queda mucho camino para que lleguen a adquirir la madurez de las organizaciones laicistas europeas.
También se analiza en el libro el laicismo del PSOE y de IU y el apoyo de los españoles a algunas reivindicaciones de la izquierda laicista, ¿por qué hay un desajuste entre el relativamente alto nivel de catolicismo de los votantes de izquierda y el discurso laicista de estos partidos?
La izquierda española ha sido tradicionalmente laicista y antirreligiosa. El PCE e IU se abrieron al mundo cristiano hace decenios, pero en los últimos años han abandonado esa política y hoy tienen el laicismo anticlerical como identidad. El PSOE fue laicista antieclesial. Hace algunos años inició una apertura al mundo cristiano, pero la nueva dirección no ha logrado darle cuerpo orgánico a esa política. Pero una cosa son los partidos y otra los gobiernos. En este sentido, el gobierno de Zapatero no ha practicado una política laicista antieclesial. Las asociaciones laicistas están muy irritadas con él por no haberlo hecho. En la dirección del PSOE y de IU falta un análisis adecuado de lo que es hoy el mundo cristiano y por eso sólo se centran en asumir o rechazar las demandas episcopales. Los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas que ofrezco en el libro muestran un desajuste entre el nivel de catolicismo de los votantes de estos partidos y la falta de una política específica hacia el mundo cristiano.
También muestran el bajísimo nivel de apoyo de los votantes de la izquierda a la campaña emblemática de las asociaciones laicistas sobre la expulsión de la enseñanza de la religión de la escuela pública.
- ¿Cuáles son las señas de identidad del laicismo?
- El laicismo es un movimiento humanista que ha aportado grandes valores morales. Se basa en la defensa del pluralismo religioso y moral y en la autonomía de la política respecto a la teocracia y el clericalismo. Reivindica la libertad de conciencia con fundamento ético, la neutralidad del Estado respecto a las ideologías y religiones, la igualdad jurídica de los ciudadanos y las organizaciones, la centralidad de la escuela pública para corregir desigualdades, otorgar capacidades y generar ciudadanos éticos. El laicismo no es constitutivamente antirreligioso y antieclesial. Se opone a la religión y a la Iglesia sólo en la medida en que éstas sean obstáculos a su defensa del pluralismo y a la necesaria distinción entre leyes, ética y religión.
- Me ha llamado la atención el concepto «laicismo religioso» que se desarrolla en el libro…
- Algunos de los ideales del laicismo aparecen en algunas religiones, especialmente en el cristianismo originario, que es antiteocrático, anticlerical y antifundamentalista. Históricamente, los primeros defensores del laicismo son minorías religiosas perseguidas por Estados basados en una única confesión religiosa. Grandes personalidades religiosas, como Gandhi, han sido laicistas religiosos. Los misioneros cristianos en países musulmanes piden que el Estado sea laico. Es cierto que en Europa históricamente el laicismo ha sido anticlerical y, en bastantes corrientes, antirreligioso. En gran medida, se debió al tipo de religión e Iglesia imperantes. Actualmente hay cuatro tipos de laicismos: religioso, neutral respecto a la religión, excluyente de la religión e incluyente de lo religioso. Muchas personas religiosas son laicistas: defienden el Estado laico, la autonomía del orden jurídico y político siempre que se ajuste a la moral del orden constitucional, el diálogo entre éticas plurales, la enseñanza laica y no confesional de la religión, la autofinanciación de las iglesias, el rol público de la religión en la sociedad civil, la acción conjunta con laicistas no religiosos.
- ¿Cuáles son las líneas principales del debate europeo sobre la nueva laicidad?-
En Europa el laicismo es muy plural y el modelo francés tradicional no es el dominante. Más bien es una excepción europea. Por poner sólo un ejemplo, en todos los países europeos existe la enseñanza confesional de la religión y en bastantes es una asignatura obligatoria. Se está realizando un balance de las luces y sombras de un siglo de laicismo. Preocupa mucho la educación moral y la creación de un vínculo intercultural que sea capaz de articular expresiones públicas de las identidades colectivas (religiosas y no religiosas) y soberanía del orden constitucional. Desde luego, casi nadie defiende hoy que la religión es un asunto privado y que las Iglesias no son actores públicos en la sociedad civil. En España, salvo excepciones, estos debates no se conocen y las asociaciones laicistas están bastantes desfasadas respecto a lo que es hoy la nueva laicidad europea. Por eso dedico un capítulo a exponerlos ampliamente.
- ¿Es la Iglesia católica un obstáculo para la construcción de la laicidad en España?-
Una parte de la jerarquía de la institución eclesial y los movimientos neoconservadores que difunden su estrategia son un claro obstáculo. Pero la Iglesia española es amplia y plural y en ella hay una cultura de la laicidad mayor que en muchas otras instituciones y asociaciones.
- ¿Son incompatibles el catolicismo y el laicismo?
- Depende del tipo de catolicismo y de laicismo. En el libro expongo la afinidad de la propuesta de Pablo VI en la «Ecclesiam Suam» con un modelo basado en el laicismo inclusivo de la religión. Este modelo se realizó en la revolución americana y se está abriendo paso en Italia e incluso en Francia. Los obispos franceses han valorado positivamente los cien años de laicismo en su país.
- En el libro se propone una Alianza de Culturas Cívicas para la laicidad, ¿en qué consiste este proyecto?
- Para construir laicidad en España tenemos que instaurar una cultura nacional del diálogo basada en una apertura de unas culturas a otras con el fin de encontrar puntos comunes para el bien del país. Tiene que acabarse de una vez por todas el «guerracivilismo» y por eso recuerdo tanto a Azaña. En nuestro país existen culturas cristianas, liberales, conservadoras, socialistas, comunistas, anarquistas, nacionalistas. Activemos el encuentro y el diálogo entre ellas. E intentemos realizar un trabajo conjunto en algunos ámbitos. Al menos, que nunca cese un diálogo razonable y el cultivo de la amistad cívica entre adversarios frente al odio político e ideológico. He propuesto diez objetivos concretos para una Alianza de Culturas que tienen como común denominador la educación moral y espiritual para una ciudadanía socialmente activa. Pretenden, además, ser un conjunto de indicadores para ver quéaporta cada una de las culturas citadas a la consecución de esos objetivos. El transfondo tiene que ser la laicidad, sin ella no saldremos de la guerra de unas culturas contra otras a través de un uso de las leyes desde convicciones ideológicas o religiosas.
- ¿Una España más laica favorece o dificulta la convivencia nacional?-
El aprendizaje de la laicidad es necesario para la convivencia de los españoles plurales y diversos. Cuanto más compleja y variada es la ciudadanía, se requiere más laicidad; es decir, más independencia en el ámbito político-jurídico, más deliberación entre éticas plurales y más diálogo entre quienes somos distintos por nuestras identidades ideológicas, morales y religiosas.
Articular nuestro pluralismo para vivir juntos y bien comunicados los diversos es un objetivo que tenemos que conquistar en España.

 Ver la entrevista en Redescristianas.net

Revista Anthropos dedicada a Walter Benjamin

El pensamiento de Walter Benjamin (1892-1940) goza hoy de una extraña actualidad. Es actual porque en sus obras aguarda una extraordinaria ayuda para pensar muchas de las preguntas centrales del debate político y filosófico contemporáneo: el lugar social de las víctimas, la relación entre memoria, historia y justicia, las implicaciones de la ideología del progreso, las vías para la renovación de la izquierda, el análisis del capitalismo como estructura para-religiosa, etc.
Y su actualidad es "extraña" porque reivindica precisamente la mirada y el recuerdo de lo que ha quedado injustamente olividado al margen del camino como el precio a pagar por el avance de la Modernidad. La "extrañeza" proviene entonces de la habilidad benjaminiana para señalar hacia lo ausente, lo que la actualidad ha decidido olvidar.

Una buena forma de comenzar a entrar en el mundo de Benjamin es acercarse al número 225 de la revista Anthropos, de reciente publicación, dedicado enteramente al autor de las "Tesis sobre el concepto de historia". Recomendamos vivamente su lectura.



Sumario

 

Editorial

Walter Benjamin: crítica cultural y literaria del proyecto moderno. Diferentes miradas y lecturas desde la contemporaneidad de su pensamiento y estilo creativo de su obra

Proceso de Investigación y Análisis

WALTER BENJAMIN
PERCEPCIÓN INTELECTUAL DE UN PROCESO HISTÓRICO
Walter Benjamin, el alquimista de la modernidad, por Daniel H. Cabrera
JK (Monólogo sobre el final), por Juan Mayorga
Cronología biográfica de Walter Benjamin, por Daniel H. Cabrera
Bibliografía de y sobre Walter Benjamin, por Daniel H. Cabrera

ARGUMENTO

El atrás como fantasmagoría moderna, por Daniel H. Cabrera
Sobre la fuerza subversiva del trapero, por Reyes Mate
W. Benjamin: “Capitalismo como religión”,  por José A. Zamora
Walter Benjamin: Explorando lo social desde la heterodoxia marxista, por Ángel Enrique Carretero Pasin
Una crítica cultural materialista, por José Manuel Romero Cuevas
Direcciones múltiples. Algunos recorridos por el pensamiento de Benjamin, por Víctor Lenarduzzi
“Antepasados esclavizados, descendientes liberados”. Investigaciones sobre Walter Benjamin, por Juan Luis Pintos

ANÁLISIS TEMÁTICO
Walter Benjamin y América Latina: Experiencias, descubrimientos y redescubrimientos, por Oliver Kozlarek
Benjamin y el lenguaje: reflexiones desde Charles S. Peirce, por Darin Mc Nabb
Walter Benjamin: Magdalena mojada en el  té, por Roberto von Sprecher
Walter Benjamin, ¿recuerdan?, por Pilar Carrera Álvarez
El cine como arte popular: entre Panofsky y Benjamin,  por Jorge Latorre
Legibilidades acusadas: para ‘Benji’ de un ‘lacónico S’, por Maya Aguiluz Ibargüen
Las inquietudes pedagógicas del joven Benjamin: el poder redentor de la juventud y la educación, por José María Pérez-Agote Aguirre
Colaboradores
Laberintos: transcurso por las señas del sentido
Las comunidades afrocolombianas, unas etnias y culturas marginadas. Historias de opresión y liberación.


Coordinador:  Daniel H. Cabrera

¿Caritas in veritate o Veritas in caritate?

Hoy Hilari Raguer, escribe un artículo en El País sobre el sentido de estas dos palabras, la verdad y la caridad. Hace un análisis muy interesante en referencia a la encíclica del Papa. Recomendamos su lectura y por eso ponemos a continuación el link para leerlo en la edición digital del periódico.

Enlace al artículo



Muere Edward Schillebeeeckx, teólogo en la frontera

Juan José Tamayo

El 23 de diciembre murió, a los 95 años, Edward Schillebeeckx, el teólogo católico más prestigioso del siglo XX, junto con Karl Rahner, y una de las personalidades más influyentes en la renovación del cristianismo durante toda la segunda mitad del siglo pasado. Ha sido protagonista en los momentos más importantes de la historia reciente de la teología, de la vida de la Iglesia holandesa y de la Iglesia católica.

Nació en 1914 en Amberes, metrópoli de la Bélgica flamenca en el seno de una familia muy religiosa de 14 hermanos. Hasta los 18 años estudió en un colegio de jesuitas, donde recibió una rigurosa formación basada en los clásicos. A los 19 años ingresó en la Orden de los Dominicos. ¿Qué es lo que le atrajo de la Orden dominicana por optar por ella como estilo de vida? Él mismo responde: la apertura al mundo, la dedicación al estudio, el trabajo de investigación y la teología centrada en la predicación. Y a fe que él mismo hizo realidad estas cuatro características en su vida religiosa, en su actividad intelectual y en su manera de estar en el mundo.

Tras el noviciado, estudió filosofía en Gante y teología en Lovaina con una orientación tomista clásica, que él renovaría durante los primeros años de docencia. Después de la Segunda Guerra Mundial fue a Francia para hacer el doctorado en Le Salchoir y estudiar en la Sorbona. En Salchoir se encontró con dos de los más prestigiosos teólogos dominicos: Marie-Dominique Chenu (1895-1990), sancionado entonces por el Santo Oficio, e Yves-Marie Mª Congar (1904-1995), igualmente sancionado en la década de los cincuenta del siglo pasado. En La Sorbona siguió las enseñanzas de los filósofos Le Senne, Lavelle, Wahl y Gilson.

De vuelta a Lovaina en 1947, inició su carrera docente en teología dogmática con el objetivo de renovar el pensamiento tomista, anclado en la más cerrada neoescolástica, y de abrirlo a las nuevas corrientes filosóficas. Los escritos de este periodo, que alcanza hasta principios de los sesenta, se caracterizan por el método histórico frente al dogmatismo de manual, entonces imperante, y por el perspectivismo gnoseológico, que buscaba una síntesis entre la fenomenología y el tomismo.

Teólogo de confianza del episcopado holandés, entonces progresista, fue su asesor en el Concilio Vaticano II y uno de los principales inspiradores -e incluso redactores- de sus documentos renovadores, especialmente en lo referente a la eclesiología y al diálogo de la Iglesia con el mundo. Es proverbial a este respecto su afirmación "Fuera del mundo no hay salvación", que contrasta con el aforismo excluyente "Fuera de la Iglesia no hay salvación". Para mantener el espíritu conciliar y desarrollar una teología en sintonía con los cambios profundos promovidos por el Vaticano II creó en 1965, junto con Congar, Rahner, Metz, Küng y otros teólogos progresistas la Revista Internacional de Teología Concilium, que todavía sigue editándose en ocho idiomas.

Fue asimismo uno de los principales redactores del polémico Catecismo holandés, que presentaba los grandes temas del cristianismo, -incluso los más conflictivos, como la doctrina del pecado original- con un estilo vibrante, un lenguaje moderno y en actitud de diálogo con las nuevas corrientes culturales.

A lo largo de su extenso magisterio teológico y de su amplia obra ha sido procesado tres veces por la Congregación de la Fe (antiguo Santo Oficio): en 1968, a propósito de algunos ensayos teológicos centrados en la secularización y el cristianismo; en 1979, por su libro Jesús. La historia de un Viviente, la mejor cristología del siglo XX; y en 1984 por su libro El ministerio eclesial, donde justificaba la presidencia de la eucaristía por parte de un ministro extraordinario no ordenado. De los tres salió ileso e incluso airoso. En las respectivas sesiones del juicio celebradas en el Vaticano logró desmontar las afirmaciones de sus inquisidores con brillante, argumental finura.

Schillebeeckx ha muerto y la sensación que tenemos los teólogos y las teólogas que nos movemos en su línea de hermenéutica crítica es de orfandad, sólo superada con la lectura de sus obras que seguirán iluminando el itinerario del cristianismo del siglo XXI por la senda del diálogo con las culturas de nuestro tiempo y del compromiso ético por la justicia, con el evangelio de Jesús de Nazaret como referente.

Publicado por El Pais 25/12/09

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Lectura recomendada: "Franz Rosenzweig Existencia y filosofía"

Recomendamos a los interesados en el "nuevo pensamiento" de Franz Rosenzweig que se animen a leer la obra escrita por Gérard Bensussan Franz Rosenzweig. Existencia y filosofía (Anthropos, 2009), traducido del francés por Daniel Barreto y Helenca Santana. Se trata de una extraordinaria introducción a la filosofía de Rosenzweig. Copiamos seguidamente el enlace de una dirección donde leer una reciente reseña del libro, publicada en la revista electrónica La Torre del Virrey:
Enlace a la reseña del libro.

Presentación de "Postales Apócrifas de Navidad"

Gustavo Santana Jubells

"Los sueños y los cuentos no valen nada, no son importantes....pero te hacen pensar". Esta es la enseñanza que me llevo del acto de presentación del libro de Pepe Alonso "Postales Apócrifas de Navidad", editada en Monte Carmelo. Cayó como un mazazo, sin esperarlo, como casi todas las cosas en las que está metido Pepe.
Pronto se vio que aquello se parecía más a una reunión de amigos que a una presentación de libros, y no por el ritual y el entorno, siempre impresionante de la Casa de Colón, sino porque todos los que hablaron lo hicieron de una forma tan entrañable que sólo podíamos sonreir. José Regidor, el rector dela ULPGC, alabó las dotes de diálogo de Pepe; y José Luís Cabria compartió cómo le había cautivado la primera versión del libro en uno de sus viajes entre la Península y Canarias. Por su parte, José Miguel Pérez describió la valentía y la sensibilidad del autor, fruto tanto de su trayectoria intelectual como existencial.
Sin embargo, y como era de esperar siempre que aparece lo imprevisible, lo mejor vino del propio Pepe, que nos deleitó con otra de sus Postales de Navidad, allí mismo, sin anestesia, dejando al descubierto por qué escribe, qué le motiva y el sentido que tiene todo esto para él. No sé si quería dejar claro que el que hablaba en el acto y el que escribió el libro eran la misma persona. Por lo que allí dijo certifico que así es.
A ver si a partir de ahora sabemos que la Navidad llega no por las luces, la publicidad o los asaltos a los centros comerciales, sino porque Pepe Alonso publica más postales de las suyas. Y quiero terminar como empecé, diciendo que tal vez los cuentos no valgan para nada, pero te hacen pensar.  ¿Hay algo más valioso que eso?. Feliz Navidad

Entrevista a Antonio Pérez Quintana, filósofo

Antonio Pérez Quintana, profesor de metafísica de la Universidad de La Laguna y estrecho colaborador del Aula Manuel Alemán concedió esta entrevista a Fernando Herrera en junio del 2009.

Fernando Herrera: ¿Es constructiva o destructiva la visión que la civilización y la filosofía modernas tienen de la naturaleza?


Antonio Pérez: Creo, desde luego, que la visión de la naturaleza que, merced a la física matemática y a filosofías como la de Descartes o Kant, triunfó históricamente en la modernidad, está vinculada de un modo muy decisivo al proyecto de dominio y de explotación de la naturaleza al que el hombre moderno tantas energías ha consagrado. Es preciso añadir a esto, no obstante, que en la modernidad han visto la luz también concepciones de la naturaleza, como la del romanticismo, que representan una alternativa a la mencionada visión, pero que no han tenido una influencia comparable a la ejercida por esta.

Fernando Herrera: ¿Podemos decir que la modernidad, la ciencia y la técnica, han configurado un concepto reduccionista de lo natural? Al referirnos a la modernidad queremos señalar, como usted sabe, la posición del hombre como centro rector y soberano de la realidad objetiva del mundo, es decir, el humanismo.

Antonio Pérez: No sólo la ciencia y la técnica modernas, también la filosofía moderna ha propiciado la implantación de una concepción que reduce lo natural a objetualidad. Para la técnica , y al menos para la orientación de la ciencia y la filosofía dominante en la modernidad, el significado del concepto de naturaleza viene a ser una abstracción que se determina en función de los axiomas y principios con los que se acerca a la naturaleza el hombre, el cual se comporta ante ella como “el sujeto” y le impone sus medidas y fines.

Fernando Herrera:  El pensamiento de Martin Heidegger, de quien usted se ha ocupado con una precisión y profundidad modélicas, ¿nos presenta una alternativa, una comprensión más amplia y respetuosa de la naturaleza?

Antonio Pérez: Pienso que sí. Heidegger cuestiona que lo que la ciencia moderna dice de la naturaleza pueda ser entendido como la esencia de la naturaleza. Para la ciencia moderna, dice Heidegger, la naturaleza es un constructo de la razón cientifica, para la técnica es una almacén de mercancías y para la filosofía no es otra cosa que imagen(vivimos en la época de la imagen del mundo) o pura objetualidad. A esta visión de la naturaleza contrapone Heidegger una concepción de la misma como poder sin violencia con el que hemos de mantener una relación de respeto, de amistad y de cuidado.

Fernando Herrera:  Seguramente el concepto de naturaleza presentado por Heidegger, de herencia griega, tenga poco que ver con su acepción moderna. ¿Podría señalar las claves de tal diferencia?

Antonio Pérez: Heidegger propone retrotraerse a los pensadores presocráticos, para los cuales “naturaleza” significa lo que, como en el abrirse del capullo, brota desde sí mismo: una fuerza que sale fuera y se manifiesta a partir de sí misma. Según el modo de ver de la moderna época de la imagen del mundo, la naturaleza se manifiesta y aparece en tanto es traída como objeto a la representación por el sujeto; según el modo de ver de los filósofos griegos anteriores a Platón, del que el heideggeriano pensar del ser quiere ser una prolongación, el aparecer de la naturaleza proviene del fondo de la misma naturaleza.

Fernando Herrera: ¿Cuál es su consideración respecto de la conversión de la naturaleza en mercancía propia del capitalismo? ¿Cree que es sostenible en el tiempo? El filósofo Hans Jonas, a quien usted se ha referido en múltiples ocasiones, ha señalado la responsabilidad que tenemos con las generaciones futuras.

Antonio Pérez: Sin lugar a dudas, el proceso de conversión de la naturaleza en mercancía tiene mucho que ver con la realidad del capitalismo. En este punto, el pensamiento de Heidegger ha de ser completado con el de otros filósofos como E.Bloch, etc. La imagen mecánico-cuantitativa de la naturaleza y la concepción de la misma como mercancía no tiene que ser referida sólo a la moderna metafísica del sujeto, sino también al proyecto capitalista de explotación de la naturaleza. Este proyecto ha puesto en marcha un proceso que representa una amenaza para el sistema de equilibrios sobre el que se sostiene la biosfera y la misma realidad del hombre. Por lo que se refiere al gran filósofo de la ecología H. Jonas, sólo diré que concedo una gran importancia a su pensamiento y, en concreto, a su proyecto de fundamentación ontológica del imperativo ético que manda hacerse cargo del futuro del hombre y de la naturaleza.

Fernando Herrera: ¿Cree que la filosofía puede contribuir a despertar en las personas un nuevo modo de convivencia?

Antonio Pérez: Sí, lo creo. En mi opinión, la filosofía tiene como una de sus funciones prioritarias abordar la cuestión del sentido de la vida humana y proyectar luz sobre el ámbito de valores, fines e ideales que debieran movilizar las energías morales del hombre, y esto puede contribuir a promover una convivencia más positiva del hombre con los otros hombres y con la naturaleza.

El eros estético. Releyendo a Marcuse

Fernando Herrera

Herbert Marcuse, La dimensión estética. Crítica de la ortodoxia marxista, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007.



El arte, instalado en la vorágine del mercado global, ha dejado de ofrecer resistencia a la racionalización económica, traicionando así su carácter separado y alternativo respecto de la mera facticidad del la historia. Las fauces de la cosificación productivista de la existencia cotidiana propenden a anexionarse y agotar todo “aquello” (en la lejanía) que es el arte. La cuestión no dista mucho de ser análoga a la decrepitud política y espiritual actualmente vigentes, lo cual da que pensar. En el fondo de la idolatría colectiva está la incapacidad de simbolizar, de concebir la realidad más allá de la mera inmanencia.

La espectacular puesta en escena de la industria cultural del capitalismo –pues no toda industria cultural ha de ser negativa, como supo ver Benjamin en su artículo sobre la reproductibilidad técnica– ha revertido en el desahucio de la altísima complejidad epistémica inherente a las formas artísticas y su contenido de verdad; una falsa autonomía –muy deseada como coartada de la disolución de lo artístico en mercancía– deambula inerme por las salas de arte de este mundo. La instrumentalización sin escrúpulos del arte al servicio del sistema (de un concepto econonomicista del hombre) tiene que ver con el enigma formal y el efecto netamente negativo e improductivo instaurados por la revelación artística en tanto que cuestionadora de la totalidad social vigente.

El filósofo alemán Herbert Marcuse (autor de El hombre unidimensional, discípulo de Martin Heidegger y miembro activo de la primera generación de la Escuela de Frankfurt junto a Adorno, Benjamin, Bloch, Horkheimer, Lowenthal, Pollock, etc.) escribió en 1977, poco antes de morir, un pequeño volumen ahora publicado en castellano y titulado La dimensión estética. Crítica de la ortodoxia marxista (Biblioteca Nueva, 2007). En él, el autor indaga, inspirado por la filosofía de Adorno, en la dimensión estética de la razón y el conocimiento. Su propósito está en criticar, como el mismo título refiere, a la ortodoxia marxista que pretende subsumir el arte bajo una racionalidad omniabarcadora, bajo una aleación conceptual que comprende la experiencia subjetiva (y así la experiencia estética) como un átomo o trasunto de una razón superior, la razón de la Historia o del Estado.

Para erigir su cuestionamiento el autor va a poner en marcha una serie de reflexiones que, si bien parecieran ser archiconocidas por el público occidental, hoy en día están más ausentes que nunca. Lo cual se hace evidente en las lecciones inofensivas de la crítica literaria y artística actuales, tan erráticas como incapaces de asumir una noción de arte que no se someta al conocimiento representativo-conceptual por sobre la intuición en tanto que desborde de la comprensión.

La tesis del filósofo es la siguiente: el marxismo ortodoxo, de corte cientificista, concibe el arte (paradójicamente al igual que el capitalismo) como un instrumento ideológico con fines hegemónicos, inhibiendo la densidad poética de la forma estética, es decir, coartando la autonomía constitutiva del arte y su oposición originaria a la sacralización de “lo efectivamente dado”. De la obsesión de la ortodoxia marxista por el realismo, donde se dice que “el contenido revolucionario y la calidad artística tienden a coincidir” (lo cual no hace justicia a los criterios de Marx y Engels), Marcuse infiere el ocaso de las posibilidades emancipatorias del arte, así como la negación de su derecho a existir como arte.

El arte revolucionario, señala Marcuse, no tiene porqué identificarse necesariamente con su contenido ideológico. Pues el arte puede revelar su pleno sentido revolucionario sólo “como contenido convertido en forma”. Esa formalidad radical es lo que, a juicio del autor, ha de asumir el arte para intensificar su capacidad “subversiva de la percepción y comprensión, una denuncia de la realidad establecida, la manifestación de la imagen de la liberación”. Sólo la adscripción cualitativa de la forma podrá negar la identidad de la sociedad represiva. Señala Marcuse: “La renuncia a la forma estética priva al arte de la forma merced a la cual es capaz de crear esa otra realidad dentro de la establecida –el universo de la esperanza”.

Así pues, la categoría estética, ahora en un plano formal no necesariamente realista, y la tendencia política, se hacen indisolubles. Pero el filósofo alemán no es tan ingenuo como para no dejar de problematizar la ambivalencia de los conceptos de belleza y autonomía, constantemente amenazados de integración por los dictados de la sociedad administrada, buscadora insaciable del consuelo compensatorio, de la catarsis conciliadora en tanto que experiencia conservadora finalmente aliada del conformismo y el olvido: “Olvidar el sufrimiento y la alegría pasados alivia la vida bajo un principio de realidad represivo”.

Contra la represión del sujeto y la prolongación indefinida del sistema vigente como aniquilación del Eros estético, Marcuse afirma que “la autonomía del arte contiene el imperativo categórico: ‘las cosas deben cambiar’”. Ante todo, porque “la memoria constituye el fundamento sobre el que siempre se ha originado el arte –la memoria, la necesidad de suscitar imágenes de ‘lo otro’ posible”. Para Herbert Marcuse, como para su colega Ernst Bloch, la potencialidad epistémica de “lo otro” expresado por el arte es metahistórica “en tanto que trasciende cualquier situación histórica determinada”. La memoria estética es memoria erótica, recuerdo del plano intersubjetivo de la fecundidad amorosa que irrumpe contra cualquier tipo de totalidad impositiva. La virtud política del Eros estético, su poder cognitivo, habrá de despertar en el sujeto la eminencia de lo heterogéneo, de una no identidad que le impida regresar a sí mismo, a su singular, como contrapartida de la cosificación de la vida. Esa transgresión semántica que va implícita en las formas estéticas es, para Marcuse, imaginería de liberación. Aquí el arte combate la cosificación “haciendo hablar al mundo petrificado, cantar y acaso danzar”.

Presentación de libro



Presentación del libro

                         BELÉN
              Postales apócrifas de Navidad
                 José Alonso Morales
                 Editorial Monte Carmelo. Burgos

Intervienen:
D. José Luis Cabria Ortega Vicedecano de la Facultad de Teología del Norte. Sede Burgos
D. José Alonso Morales. Autor.

Intervienen y presiden :
Ilmo. Sr. D.  José Regidor García  Rector Mfco. de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Ilmo. Sr. D. José Miguel Pérez García. Presidente del Cabildo de Gran Canaria

Fecha: 21 de Diciembre 2009
Hora: 19,30
Lugar: Casa de Colón. C/ Herrería
Las Palmas de Gran Canaria

Entrada libre


Un espacio público habitable para todos

Por José Alonso Morales

Rafael Díaz Salazar, Democracia laica y religión pública, Editorial Taurus, Madrid, 2007  y España Laica, Espasa Calpe, Madrid, 2008

“Quede al menos este libro como expresión de una tercera España laica que intenta construir un espacio público habitable para todas las culturas e instituciones”. Así termina su autor el segundo de los libros que reseñamos. El objetivo que se propone en ellos y que últimamente nos ha ofrecido, están enmarcados en la producción que relacionada con sociología de la religión nos ha ido ofreciendo el autor en los últimos años, a partir de la observación de lo que va aconteciendo en la sociedad española. En ellos nos encontramos con su finura de buen sociólogo que sabe tomar el pulso, elaborar un diagnóstico y sugerir propuestas para el momento y el futuro. Son dos aportaciones que siguen una a la otra no sólo en la cronología editorial sino también en la temática. Aunque cada una de ellas tiene entidad en si misma sugiero leer los libros por orden ya que el primero puede ser el marco teórico de donde parte el segundo.

El libro Democracia laica y religión pública comienza situándose en el contexto actual en que ha vuelto a la palestra el hecho religioso presentándose como un fenómeno público con influencia social cultural y política. Se ha desmentido el diagnóstico de la muerte de Dios y un mundo tecnificado y global, situado en políticas democráticas, se nos presenta poblado de religiones con protagonismos imparables. Ante este panorama, ninguno de los analistas sociales puede permanecer al margen sin investigar y detectar cuál es y cuál podrá ser en el futuro el papel de las religiones, teniendo en cuenta sus diferentes posturas, planteamientos y radicalizaciones por extremos contrapuestos. Esto es un hecho que está a la vista y no tiene necesidad de demostración. Sólo se demanda posturas ante él.
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Con las herramientas que le ofrecen algunos pensadores intenta hacer un minucioso estudio de este fenómeno y desde la luz que va recogiendo, nos enfoca las situaciones de nuestras democracias europeas y el marco español. De mano especialmente de autores como Max Weber, Durkheim, Marx y M. Gauchet va ofreciendo un diagnóstico del momento y la utilización que del potencial religioso se hace en la construcción social. Se evidencia en este mismo capítulo el conocimiento que tiene de las aportaciones de las religiones y las posturas y declaraciones doctrinales ante ese mismo problema en los sectores católicos.

En el segundo capítulo se profundiza la relación entre derecho, ética, política y las pretensiones de verdad en unas sociedades pluralistas post-industriales. Analiza cómo se han de articular en nuestras democracias estas distintas instancias para, desde un criterio razonable, construir el bien común de todos los ciudadanos. En esta tarea le sirven de soporte las reflexiones de Rawols y Habermas y expone las teorías de ambos en su cont texto más amplio incluyendo sus últimas aportaciones sobre estos temas.
Como modelos y exponente de dos “posturas tipo” bajo las que se acogen concreciones variadas, nos presenta el debate entre Ratzinger y Habermas contextuados los dos en sus teorías expresadas en otros momentos, incluso al margen de esa confrontación concreta. Esto permite al lector acercarse al pensamiento de los dos autores para llegar a una mejor comprensión de sus discrepancias y coincidencias. Esta aportación es muy iluminadora para poder comprender posturas doctrinales generalizadas en sectores de la Iglesia Católica y en concreto en nuestra sociedad española.
Como conclusiones nos plantea el capítulo cuarto donde nos anuncia ya el segundo libro y sirve de puente para su posterior lectura. Se ofrece una propuesta nueva y distinta de cara a la presencia pública de las religiones en el mundo con la alternativa que ofrece en el titulo del libro: la dimensión pública de la religión dentro de una democracia laica y plural. Se afirma la religión y en concreto la iglesia católica como un elemento de transformación social para conseguir el bien común de todos los ciudadanos teniendo en cuenta que esas mismas religiones gozan de elementos de vivencia interior y moral de máximos que ayudan a dinamizar las alternativas y les capacita para ser fuerza profética y transformadora en la realidad plural sin imposiciones.

La lectura de este libro puede dotar de claves para interpretar la situación actual y de elementos muy valiosos para situarse en una sociedad que amplía sus espacios plurales progresivamente.

La estructura del segundo libro “España Laica” tiene un recio hilo conductor. Se articula al estilo de las tesis de argumentación escolástica; Comienza definiendo y contextualizando los mismos temas del debate. En el primer capítulo se nos planea una descripción de lo que son los laicismos partiendo de las experiencias históricas europeas y especialmente la francesa y la italiana. Este acercamiento conceptual capacita para determinar bien los estilos y clases de laicidad que se han de tener en cuenta para hacer un diagnóstico y poder ofrecer posteriormente respuestas apropiadas. Las experiencias europeas al mismo tiempo que algunas a la misma historia americana ayudan a situar este fenómeno que en nuestra realidad española está causando situaciones conflictivas precisamente por venir de raíces distintas.

En el segundo capítulo se entra en una descripción detallada y ponderada de la panorámica del laicismo en España. Siguiendo el símil de la argumentación escolástica se entra en las diversas posturas y posiciones situadas en nuestra realidad. Nos encontramos con un análisis detallado de grupos, colectivos y corrientes de diferente signo en el tema de la laicidad con sus variados enfoques tanto radicales como moderados. Completa con un análisis concreto de la postura de los partidos especialmente el que en este momento está en el gobierno enfatizando aquellas orientaciones que se sitúan en la confrontación: la laicidad excluyente y la laicidad inclusiva ya que es desde este hilo desde donde tira para unas posibles alternativas.

En el tercer capítulo se ofrece una alternativa para un mundo plural situado en las sociedades democráticas en un mundo globalizado concretado especialmente en el caso español. Hacer una oferta de lo que el autor llama “alianza de culturas” para lo que se extiende en prolegómenos necesarios para que sea posible este proyecto, actitudes tanto personas como en colectivos y tareas a desarrollar desde los variados agentes sociales. En la descripción de todos estos elementos se detiene especialmente en profundizar el papel de las religiones y el de los católicos en el panorama español. Sus análisis gozan de gran objetividad intentando tomar distancia crítica frente a posturas extremas y recogiendo lo que cada aportación contiene de positivo para poder tejer la red de una sociedad de diálogo. Son muchos los elementos en los que la aportación del autor se concreta hasta enumerar detalladamente diez objetivos para conseguir ese tejido de diálogo y construcción colectiva que se sitúan desde elementos relacionados con la educación y la formación moral hasta realizaciones sociales como es el de la pobreza 0.

Es de notar y valorar la profusión de textos, citas y referencias históricas como de testimonios de personas con que argumenta e ilustra toda su aportación a lo largo de los dos libros.

Las últimas aportaciones que nos viene ofreciendo el autor son testimonio de un investigador creativo que está “pensando” sobre el panorama actual y “soñando” en proyectos que no nos estanquen en diagnósticos apocalípticos y catastrofistas. Por todo esto estos dos recientes libros son de incalculable oportunidad histórica por lo que se hacen de lectura obligada para todos aquellos, que desde visiones distintas del momento, les interese la construcción del bien común, el diseño de una convivencia en paz y armonía en nuestra realidad actual.

Bibliografía sobre Cristianismo antiguo.


     Dentro del curso de Historia y Cultura de las Religiones que organiza el Aula Manuel Alemán, tuvimos un seminario sobre cristianismo antiguo impartido por Carlos Cabrera. Durante el mismo se comprometió a realizar una bibliografía que presentamos a continuación.
Para acceder al fichero sólo hay que picar en la siguiente dirección:

Bibliografía sobre cristianismo antiguo

Creemos que será del agrado de todos.

El lenguaje del consumo

Daniel Barreto

El discurso dominante no para de repetirlo: para salir de la crisis hay que incentivar el consumo. En los márgenes quedan algunas preguntas tan obvias como necesarias: ¿debo consumir incluso lo que no necesito para que el sistema marche bien? ¿No está unida la ficción de la felicidad como consumo con la de acumulación ilimitada? Defender el consumo infinito de lo superfluo, ¿no implica consagrar de nuevo el sistema económico que generó la crisis y que pone en peligro ecológico al planeta? El discurso que ve en el consumo la salvación demuestra no haber aprendido ninguna lección de la crisis económica, mejor dicho, la crisis socio-ecológica que le es consustancial.

Y, sin embargo, los datos económicos no bastan para comprender la sociedad de consumo, el sistema de comunicación que articula el hecho social de consumir. Si aspiramos a proponer alternativas políticas a un sistema económico al que «casi le sobra la sociedad» (Alba Rico), pues sólo la necesita como capital humano, hay que comprender a fondo cuál es la función del consumo en nuestro día a día. El libro de Jean Baudrillard (1927-2007), La sociedad de consumo, que acaba de reeditar Siglo XXI, es una referencia ineludible en ese sentido. Obra esencial en la sociología del siglo XX, el análisis de Baudrillard intenta desmitificar tanto la comprensión espontánea que tenemos del consumo como las teorías normalmente aceptadas sobre éste. La visión cotidiana opina que compramos lo que individualmente nos «gusta» o «nos hace falta». La teoría clásica enseñaba que el consumo obedece a la simple satisfacción de necesidades. La producción se movería en función de las necesidades que individuos libres deben satisfacer en el mercado. Galbraith problematizó este análisis, proponiendo la visión que hoy se suele tener en los sectores críticos. El capitalismo es una gran maquinaria de producción de lo superfluo a través de la manipulación y la publicidad. Como consumidores somos «engañados» y tomamos por necesario lo absolutamente intrascendente para nuestra vida.

Pues bien, Baudrillard tiene una comprensión bastante crítica de las posturas «clásicas». El consumo sería ante todo un sistema, una estructura social. El sentido primordial de consumir un objeto no sería servirse de su valor de uso, sino emitir un mensaje, articular un código. La mercancía se convierte en signo. La elección de objetos está en función de su significado en los escalafones de la jerarquía social. Dicho de otro modo, el objeto adquirido expresa el lugar que ocupa el individuo en la división social. La distinción y el privilegio, la obtención de marcas de clase, sería el motor primordial que impulsaría al consumo en la sociedad capitalista. Un ejemplo evidente es el coche, su tremendo valor simbólico, que oscurece el valor de uso. La publicidad dedicada al automóvil lo deja claro. No compramos tal o cual coche, sino una determinada posición social que guarda relaciones con otros estratos a los que corresponden otros automóviles menos «auráticos».

Según Baudrillard, cada objeto-mercancía está en relación estructural con todos los demás. Articulados entre sí, forman un código. Determinadas marcas adquieren el carácter de fetiche, casi en sentido religioso. La expansión de la forma mercancía no puede separarse de esta ampliación de la exclusión social a través de los privilegios de consumo. El arte también recibe esta agresión, pierde el sentido estético autónomo y se convierte en una marca de distinción. El contenido es sustituido por la superficie del fetiche. Por eso la supuesta «sociedad de la abundancia» necesita lo selecto y escaso, producir objetos a los que sólo unos pocos pueden aspirar. Ésa es su lógica más propia. Lógica antidemocrática. La presunta «sociedad de la abundancia» vive de promover restricciones en el acceso a los objetos.

Baudrillard explica cómo la invasión del objeto-mercancía alcanza también a los cuerpos. Éstos se convierten en superficie donde volver a incrustar, como si fuese un traje, las marcas de la distinción, de la superioridad social. El significado del erotismo y de la delgadez sobre las pasarelas también adquiere significado en relación con el sistema de los objetos.

Después de La sociedad de consumo, el itinerario de Baudrillard se adentró en un escepticismo nihilista y funcional al sistema. La dictadura del brillo seductor del objeto en el escaparate del centro comercial acabaría engullendo lo real en un puro lenguaje de signos. Los centros comerciales suplantan a las ciudades. El capitalismo aparece como nihilismo. Ahora bien, no compartir las consecuencias de los análisis de Baudrillard no debería hacer perder la oportunidad de rescatar elementos de su teoría para comprender y cuestionar, desde la izquierda social, la dimensión simbólica del consumo. Salir de la crisis económica no debería significar otra vuelta de tuerca en la sociedad de consumo y sus mitos, que sustituye las relaciones humanas por la universalización de la forma mercancía. La alternativa sería, como apuntan Jorge Riechmann o Carlos Taibo, verdaderas éticas de autosuficiencia, producción limpia y disminución del consumo. Crear espacios fuera de la lógica de la mercancía también significa promover relaciones humanas que no se basen en la reproducción de las jerarquías sociales, sino en formas nuevas de democracia verdaderamente igualitaria.

Entre Arico y Artenara

Hoy ha salido en La Provincia un artículo de José A. Lujan sobre el último libro de Pepe Alonso, director del Aula Manuela Alemán. Lo trascribimos a continuación con un enlace por si quieren leerlo directamente en la edición digital del periódico.

PIEDRA LUNAR por JOSÉ A. LUJÁN
     Mañana se presenta en Tenerife el libro 'Lo que traje de Arico', de José Alonso Morales. A lo largo de la vida he tenido con Pepe Alonso una cercana relación en el patio familiar del paisaje de Artenara y en la ciudad abierta de las ideas, hermosos escenarios para construir la amistad. Su formación humanística, el carácter afable y la capacidad para aglutinar amigos, lo impulsan a crear equipos de convicciones diversas.
     Alonso ha mantenido un atento equilibrio entre la doctrina de su iglesia y las propuestas progresistas de la evolución social que concreta en la febril actividad de la pastoral universitaria, abierta al pluralismo ideológico. Participa en la creación y dirige el Aula 'Manuel Alemán', de la ULPGC, fruto de su inmarchitable vitalidad. Como escritor destaca por su estilo cuidado y espléndida plasticidad; cultiva el ensayo en artículos y opúsculos que constituyen reflexiones sobre su experiencia de fe. 'La Cueva de la cumbre', 'Historias del viejo Seminario' o 'Estampas apócrifas de Navidad' conforman un certero memorialismo de biografías, paisajes y recuerdos. Su palabra es referencia para muchas personas que cultivan valores del humanismo cristiano.
     Ahora celebramos su nueva obra, escrita con la perspectiva de dos islas. Desde su casa de Artenara se divisa una inmensa panorámica de las cumbres; enfrente se yergue la piedra lunar que conserva jirones del espíritu de la buena gente de la Isla. Pepe Alonso tiene tanto allí como en las estribaciones del Teide asiento con nombre propio, y en la sombra de esta columna se cobija el afecto al forjador de los valores que conforman la identidad de una multitud de amigos.

Enlace al artículo de La Provincia.

Aportaciones del judaísmo a la filosofía contemporánea

Dentro de la tercera edición del curso Historia y Cultura de las Religiones, tendremos el próximo viernes una sesión dedicada a "Las aportaciones del judaísmo a la filosofía contemporánea", a cargo de Daniel Barreto.
Aunque destinado principalmente a los que están realizando este curso, la asistencia es libre.
Igualmente, si alguien desea hacerlo y que se certifique su asistencia puede matricularse el mismo día en el Istic (Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias)
Fecha: 11 diciembre 2009
Hora: 17:00-21:00
Lugar: ISTIC (Campus de Tafira)

Juan Carlos Moreno Romo: redescubrir a Descartes

El próximo día 10 de diciembre tendrá lugar la siguiente sesión del ciclo Conversaciones de Filosofía organizadas por el Aula Manuel Alemán (los encuentros tienen lugar en el Rectorado de la ULPGC, c/Juan de Quesada, Las Palmas de Gran Canaria, a las 19.30 h.).

Interviene el filósofo Juan Carlos Moreno Romo. El título de la ponencia es "El alma de Descartes, la de los muy modernos y la nuestra".

Moreno Romo ha emprendido en los últimos años una relectura de Descartes que pone al descubierto las implicaciones políticas y culturales de la imagen dominante de Descartes, forzadamente identificado con  los valores de la cultura anglosajona y con una determinada manea de comprender la modernidad. Son posibles, no obstante, otras lecturas que descubran un Descartes más próximo a la tradición hispana y más difícil de encerrar en los márgenes estrechos de una genealogía triunfal del presente.

Moreno Romo sabe mostrar cómo en la lectura de filósofos como Descartes se juega la interpretación conflictiva de la cultura y la política de nuestro tiempo.


 JUAN CARLOS MORENO ROMO

Es Licenciado en Filosofía por la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se tituló en 1994 con la tesis Razón, fe y religión en la filosofía racionalista. Vindicación del cartesianismo radical. Obtuvo mención honorífica.
• En 1996 la Universidad de Ciencias Humanas de Estrasburgo Francia le reconoció un nivel de formación equivalente al de la maestría (DEA), con lo que pudo entrar directamente al programa doctoral de dicha Universidad.
• En 2004 obtuvo el Doctorado en Filosofía por la USHS entre tanto rebautizada Université Marc Bloch. El destacado filósofo francés Jean-Luc Nancy (del que es traductor y comentarista) formó parte del jurado que le otorgó la mención "Très Honorable".
• Buen conocedor de la filosofía clásica griega (la mayor parte de sus maestros han sido destacados helenistas), y de la filosofía hispánica, es especialista en filosofía moderna y contemporánea.
• Es autor de diversos artículos de investigación, muchos de ellos publicados en revistas indexadas, principalmente sobre filosofía moderna, pero también sobre religión, antropología filosófica, ética y filosofía hispánica y contemporánea.
• La editorial Anthropos, de Barcelona, ha publicado cinco de sus traducciones y varios trabajos suyos. Es compilador del libro Descartes vivo, Anthropos, Barcelona, 2007 y autor de los libros: Revendication de la rationalité. Penser contre l’histoire, penser l’histoire, ANRT Lille (Francia), 2005 y Vindicación del cartesianismo radical, Anthropos, Barcelona, 2009.
• Es profesor/investigador de tiempo completo en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, y es miembro del Colegio de Profesores del Doctorado en Psicología y Educación de la Facultad de Psicología de esa misma institución. Colabora asimismo con el Doctorado en Humanidades y Artes de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
• Miembro de diversos equipos de investigación, en la UAQ coordina el Cuerpo Académico de Estudios Cruzados sobre la Modernidad. Las líneas de investigación de este Cuerpo Académico, son las siguientes: 1) Génesis, apogeo y crisis de la Modernidad; 2) La Modernidad en situación: sus fronteras externas e internas.
• Habilitación: tiene Perfil Promep y es nivel I en el Sistema Nacional de Investigadores.
• En el marco del Doctorado en Psicología y Educación puede dirigir tesis que ante todo estén interesadas en la teoría: en diálogo entre la filosofía y la psicología en general, o el psicoanálisis, y en la filosofía de la educación y de la cultura.