Entre dos continentes

Misioneros en ruta

CARMEN SANTANA/La Provincia/Diario de Las Palmas

En Mozambique y Nicaragua reparten sus vidas Manuel de los Reyes Ramírez e Isidoro Sánchez López, respectivamente. Ambos sacerdotes contaron ayer cómo transcurre su existencia como misioneros católicos en el seminario 'Entre dos continentes', organizado por el Aula Manuel Alemán de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.


Y ambos destacaron la pobreza extrema de mozambiqueños y nicaragüenses que viven en aldeas y barrios de ciudades en los que realizan su trabajo y, al mismo tiempo, la extrema alegría y la bondad que les caracteriza, pese a los problemas derivados de la falta de desarrollo y la escasez económica y de recursos generalizada.

Manuel de los Reyes, natural de Ingenio y con 38 años, ejerce de misionero desde hace dos en Mozambique. En la actualidad trabaja en una misión en la capital, Maputo, y se dedica a la tarea de apostolado propiamente dicha y a la asistencia social junto a otros sacerdotes españoles.

Él y otras dos religiosas son los únicos misioneros canarios en la antigua colonia portuguesa, a la que Manuel ha elegido como destino permanente. Es decir, que si no hay novedades, pasará allí el resto de sus días. "A veces nos reunimos los tres y nos intercambiamos cosas que nos envían de aquí nuestras familias: gofio, leche Lita y Millac, turrones y bizcochos de Moya, etc. ¡Sin eso no podría vivir!", afirma riendo.

Pero a Maputo llegan también otras cosas de Gran Canaria. La misión en la que trabaja Manuel percibe fondos recogidos en parroquias de la Isla con los que se está ayudando a construir centros de salud, una infraestructura necesaria pero inexistente en la ciudad.

Manuel se queda con el fuerte arraigo familiar, "un valor muy importante en África, un pilar", y la "cosmovisión y el sentido de la realidad de gentes que viven en la extrema pobreza y, al mismo tiempo, en la extrema alegría".

La misma alegría de vivir que subraya, junto a un gran sentido de la solidaridad que mueve a las gentes con las que se relaciona en Managua, el sacerdote Isidoro Sánchez López, que nació en Vecindario hace 68 años.

Los diez años de estancia en Nicaragua han estado ligados a la formación de jóvenes sacerdotes en el seminario de la capital centroamericana. Unos 60 aspirantes pasan por su orientación cada año en un curso inicial a los estudios en el seminario nicaragüense.

En los primeros años de vida en el país, Isidoro realizaba giras misioneras durante las vacaciones de los seminaristas y viajaba a aldeas remotas, inaccesibles.

"Agarras el caballo por que no hay carreteras. Y después sigues a través de ríos. Cuando te bajas de la barca te adentras en zonas selváticas en donde están las aldeas que sólo reciben la visita del sacerdote una vez al año. Llama la atención la gran organización de estas comunidades cristianas, que viven aisladas. Para mí es un valor".

Enlace: La Provincia

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