Antonio Pérez Quintana, profesor de metafísica de la Universidad de La Laguna y estrecho colaborador del Aula Manuel Alemán concedió esta entrevista a Fernando Herrera en junio del 2009.
Fernando Herrera: ¿Es constructiva o destructiva la visión que la civilización y la filosofía modernas tienen de la naturaleza?
Antonio Pérez: Creo, desde luego, que la visión de la naturaleza que, merced a la física matemática y a filosofías como la de Descartes o Kant, triunfó históricamente en la modernidad, está vinculada de un modo muy decisivo al proyecto de dominio y de explotación de la naturaleza al que el hombre moderno tantas energías ha consagrado. Es preciso añadir a esto, no obstante, que en la modernidad han visto la luz también concepciones de la naturaleza, como la del romanticismo, que representan una alternativa a la mencionada visión, pero que no han tenido una influencia comparable a la ejercida por esta.
Fernando Herrera: ¿Podemos decir que la modernidad, la ciencia y la técnica, han configurado un concepto reduccionista de lo natural? Al referirnos a la modernidad queremos señalar, como usted sabe, la posición del hombre como centro rector y soberano de la realidad objetiva del mundo, es decir, el humanismo.
Antonio Pérez: No sólo la ciencia y la técnica modernas, también la filosofía moderna ha propiciado la implantación de una concepción que reduce lo natural a objetualidad. Para la técnica , y al menos para la orientación de la ciencia y la filosofía dominante en la modernidad, el significado del concepto de naturaleza viene a ser una abstracción que se determina en función de los axiomas y principios con los que se acerca a la naturaleza el hombre, el cual se comporta ante ella como “el sujeto” y le impone sus medidas y fines.
Fernando Herrera: El pensamiento de Martin Heidegger, de quien usted se ha ocupado con una precisión y profundidad modélicas, ¿nos presenta una alternativa, una comprensión más amplia y respetuosa de la naturaleza?
Antonio Pérez: Pienso que sí. Heidegger cuestiona que lo que la ciencia moderna dice de la naturaleza pueda ser entendido como la esencia de la naturaleza. Para la ciencia moderna, dice Heidegger, la naturaleza es un constructo de la razón cientifica, para la técnica es una almacén de mercancías y para la filosofía no es otra cosa que imagen(vivimos en la época de la imagen del mundo) o pura objetualidad. A esta visión de la naturaleza contrapone Heidegger una concepción de la misma como poder sin violencia con el que hemos de mantener una relación de respeto, de amistad y de cuidado.
Fernando Herrera: Seguramente el concepto de naturaleza presentado por Heidegger, de herencia griega, tenga poco que ver con su acepción moderna. ¿Podría señalar las claves de tal diferencia?
Antonio Pérez: Heidegger propone retrotraerse a los pensadores presocráticos, para los cuales “naturaleza” significa lo que, como en el abrirse del capullo, brota desde sí mismo: una fuerza que sale fuera y se manifiesta a partir de sí misma. Según el modo de ver de la moderna época de la imagen del mundo, la naturaleza se manifiesta y aparece en tanto es traída como objeto a la representación por el sujeto; según el modo de ver de los filósofos griegos anteriores a Platón, del que el heideggeriano pensar del ser quiere ser una prolongación, el aparecer de la naturaleza proviene del fondo de la misma naturaleza.
Fernando Herrera: ¿Cuál es su consideración respecto de la conversión de la naturaleza en mercancía propia del capitalismo? ¿Cree que es sostenible en el tiempo? El filósofo Hans Jonas, a quien usted se ha referido en múltiples ocasiones, ha señalado la responsabilidad que tenemos con las generaciones futuras.
Antonio Pérez: Sin lugar a dudas, el proceso de conversión de la naturaleza en mercancía tiene mucho que ver con la realidad del capitalismo. En este punto, el pensamiento de Heidegger ha de ser completado con el de otros filósofos como E.Bloch, etc. La imagen mecánico-cuantitativa de la naturaleza y la concepción de la misma como mercancía no tiene que ser referida sólo a la moderna metafísica del sujeto, sino también al proyecto capitalista de explotación de la naturaleza. Este proyecto ha puesto en marcha un proceso que representa una amenaza para el sistema de equilibrios sobre el que se sostiene la biosfera y la misma realidad del hombre. Por lo que se refiere al gran filósofo de la ecología H. Jonas, sólo diré que concedo una gran importancia a su pensamiento y, en concreto, a su proyecto de fundamentación ontológica del imperativo ético que manda hacerse cargo del futuro del hombre y de la naturaleza.
Fernando Herrera: ¿Cree que la filosofía puede contribuir a despertar en las personas un nuevo modo de convivencia?
Antonio Pérez: Sí, lo creo. En mi opinión, la filosofía tiene como una de sus funciones prioritarias abordar la cuestión del sentido de la vida humana y proyectar luz sobre el ámbito de valores, fines e ideales que debieran movilizar las energías morales del hombre, y esto puede contribuir a promover una convivencia más positiva del hombre con los otros hombres y con la naturaleza.
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